Luis buzón nos relata el ambiente vivido: “siempre es una maravilla sentarse en la México”
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Luis Buzón es un excelente aficionado, abonado de la plaza de Madrid desde hace décadas. El domingo, tuvo la suerte de poder estar en México viendo a su torero favorito. Nos comenta para El Faro del Guadarrama cómo es el ambiente y los aspectos más destacados del coso más grande del mundo. “Fue excepcional. Casi 40.000 personas abarrotaron todos los billetes de las entradas numeradas; las de más arriba, la general sin numerar, también presentaban buena entrada”, comienza diciendo este gran aficionado madrileño.
Sin embargo, señala que ante la presencia de José Tomás “el público no estuvo muy receptivo con él y tampoco le esperaron de la forma que lo hacen en España a lo largo de la temporada. Faltó mayor respuesta”. El run-run que se respira en los aledaños de la plaza es similar al de una corrida de toros en España, pero dentro del coso sí hay diferencias, según comenta Buzón. “El ambiente durante la corrida es diferente. Lo primero que te impresiona es el ‘olé’ que recibe a los toreros al romper el paseíllo. La primera vez que asistes, te puede desesperar el ruido de los tendidos, donde se vende de todo y el público parece no estar muy atento a la lidia. Pero cuando sucede algo de importancia, la gente se vuelca con lo que pasa en el redondel. En mi opinión, es una de esas poquísimas plazas donde los olés suenan con personalidad propia, junto con Madrid y Sevilla”, apunta.
Uno de los principales problemas de la Fiesta en aquel lado del Atlántico es el toro. La semana pasada ya hacíamos un comentario a este respecto y el domingo volvió o cargarse otra corrida de gran expectación. “Llevo viendo varias corridas en México y el toro creo que es el principal problema de la Fiesta allí. Desde mi punto de vista, se encuentra muy rebajadito de casta y con tendencia a una mansedumbre exagerada y a rajarse; muy por debajo en ese sentido a lo que representa el toro de España”.
Luis Buzón nos relata cómo es la México, la plaza referente de América. “Está localizada junto a la enorme avenida de Insurgentes. Levanta poca altura desde el exterior, donde se ve como una mole de piedra, rodeada por un perímetro vallado coronado por estatuas preciosas en bronce a tamaño natural de diestros legendarios realizando aquellas suertes que fueron paradigma de su tauromaquia: Manolete, Garza, Gaona, el inigualable Silverio, etc. A pesar de parecer poca cosa desde fuera, al entrar uno percibe su inmensidad, puesto que la mayoría de la plaza está bajo el nivel de la calle, excavada en profundidad. Está surcada por infinidad de túneles. Impresiona ver el famoso túnel que es el patio de cuadrillas, largo, angosto y oscuro. Cuando lo ves, entiendes el por qué del legendario miedo que los toreros describen la primera vez que se lían en él el capote de paseo”.
Aunque el resultado no fuera el esperado, guarda un grato recuerdo de su paso por la Monumental de Insurgentes. “Siempre es una maravilla sentarse en el tendido de la México, independientemente del resultado final. Es bonito mirar esa plaza vacía y luego llena, y pensar que ahí han hecho el paseíllo y han triunfado grandes figuras como Manolete, David Silveti o Paco Camino”.