EL MIRADOR
El otoño del hipócrita
Por: Santiago Grande
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
O hay que ir muy lejos para caer en la cuenta de cuan diferente es la experiencia vital de esta estación en según que estratos de población hablemos, pues, por desgracia, los seres vivos lo vivimos o padecemos de diferente manera y Collado Villalba no iba a ser una excepción en esto. El Otoño del Patriarca, ejemplar obra de Gabriel García Márquez que inmortalizó una época de la historia latinoamericana de cuartelazos y dictaduras militares, tiene su fiel reflejo local en los modos absolutistas y autoritarios del alcalde villalbino, sobre todo en el modus vivendi gozoso y altanero, sabedor que ningún tipo de crisis le va a afectar a su condición de gobierno cuadillista y opulencia pública con nuestros impuestos, al igual que el protagonista de la obra de García Márquez, que dado el nivel de endeudamiento del país, se ve obligado a vender el mar a los gringos.
Más extraña parece la experiencia vital del Otoño del ingeniero agrónomo, José López Aguado, que en varios medios locales afirma sentirse preocupado por la pérdida de calidad de vida que supone la muerte de numerosas encinas afectadas por la sequía, para acto seguido justificar la muerte de los tilos de la calle Real a manos de las excavadoras, calificando la actuación como muy normal, y diagnosticando que están afectados por ello. ¿Afectados? ¡Menuda estocada tienen! ¿Por qué disculpa dicha actuación negligente? ¿Acaso es porque se mueve en el ámbito cercano al Ayuntamiento, habiendo colaborado en la redacción del estudio forestal que repudiaba a la Chopera? ¿Y los tilos, son menos que las encinas?. Tal ejercicio de fariseísmo pseudo-científico de prospección natural causa estupor, cuando no indignación y preocupación en la sociedad.