Los aullidos de Lobo Cojo
INTERINO
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
“Algunas lenguas viperinas han dejado entender que uno está bajando el listón de la crítica por miedo (¿miedo a qué o a quién?) y que lo del toro, ese que se escapó por la noche de la plaza portátil de Villalba Pueblo y que después de poner en serio peligro la integridad física de muchos villalbinos, fue abatido a tiros por la Guardia Civil en las inmediaciones del Tanatorio, situado curiosamente a menos de 100 metros de la rotonda dónde resido, venía a por mí. Pues bien, a esos mercenarios del chismorreo que desde hace algún tiempo no hacen más que mandarnos mensajes sibilinos debo decirles que a toros más bregaos que ese, cuando se ha terciado, les he dado algún que otro capotazo”, me dice un Lobo Cojo bastante enfadado. “Y es que aquí, si no eres sumiso a los poderes fácticos y no escribes al dictado, estos personajillos torticeros, también conocidos como estómagos agradecidos, sueltan entre risas (maldita la gracia que tienen), su macabro repertorio desde los púlpitos del descrédito para intentar hacer realidad eso de desprestigia que algo queda. Pues bien, que lo sepan una vez más: no ofende quien quiere sino quien puede, y éstos individuos que suelen estar siempre al sol que más calienta, no pueden, porque su credibilidad deja bastante que desear. Por todo esto, vamos a mantener nuestra trayectoria basada en la independencia y la rigurosidad informativa pese a las zancadillas, chantajes y coacciones que tienen como objetivo matar al mensajero, o lo que es lo mismo, cerrar este periódico”.