El concejal de Deportes de Valdemorillo se opuso al parcheado de las pistas de tenis

La imagen de desunión del Equipo de Gobierno de Valdemorillo ha vuelto a quedar patente estos días, tras producirse un enfrentamiento por la reparación de las pistas de tenis del polideportivo de la Dehesa de los Godonales. Las obras deben ser ejecutadas por Gesisport, tras haber firmado un convenio con el Ayuntamiento para la explotación de estas instalaciones por un periodo de cuatro años. Además de los beneficios que esta empresa obtenga por la explotación de las instalaciones, que se encuentran en un claro estado de abandono, el Ayuntamiento acordó conceder a la adjudicataria una subvención de 12.000 euros anuales. Por su parte, Gesisport, que también explota actualmente el otro polideportivo municipal, se compromete a rehabilitar las instalaciones, que se encuentran en estado ruinoso tras años de abandono. Una situación de la que el grupo de la oposición Pivalde ha culpado a la regidora, Pilar López Partida: “La actitud y la forma de hacer las cosas de la alcaldesa encuentran su máxima expresión en el estado de conservación del polideportivo durante los últimos años. Este abandono total, con pistas levantadas, alambradas arrancadas, postes de focos por los suelos, redes destrozadas, etc., es otra consecuencia de su forma de gobernar”.

El problema de estos convenios, como ocurre habitualmente entre los ayuntamientos y las empresas con las que contratan asiduamente, suele ser traducir y saber relacionar los acuerdos escritos y los verbales entre sociedades y ediles. Y es que es habitual que los compromisos firmados no se cumplan expresamente, sin que se produzcan mayores consecuencias, o que la buena voluntad del Consistorio se ponga de manifiesto cuando la empresa sugiere algún tipo de beneficio. En este caso concreto, como saben los vecinos que conocen el estado del viejo polideportivo, la explotación de sus instalaciones requiere de una inversión millonaria para poner al día todo su conjunto. Inversión que parece difícil de amortizar en un periodo de cuatro años, por mucho que la empresa concesionaria reciba 12.000 euros anuales, cuando la reparación de una sola pista de tenis supera con creces esa cantidad.

Las cuentas realizadas por la empresa concesionaria, sin embargo, no pasaban por invertir el dinero suficiente para reponer las instalaciones a un nivel de calidad. Su objetivo, como ha puesto de manifiesto esta última polémica municipal, era reparar, al menos las pistas de tenis, mediante parcheados. Sin embargo, Gesisport no contó con la deteriorada relación de la alcaldesa con el concejal de Deportes, Francisco Osuna. Este edil, como ya publicó El Faro del Guadarrama a principios de año, se opuso a firmar ciertas cuentas, siendo apartado del área de Hacienda para ser desterrado al polideportivo.

El concejal de Deportes apoyó este convenio, que también contó con el voto a favor de la concejala de Pivalde, Carmen Villanueva, quien asegura que votó a favor ya que “considerábamos que era la única manera posible de recuperar las instalaciones y de que el deporte en Valdemorillo funcionara. Nuestra sorpresa ha sido que a las primeras de cambio parece ser que la empresa adjudicataria intenta incumplir su compromiso, con el visto bueno, según parece, de las altas esferas del Ayuntamiento”. Cuando comienzan las obras de reparación, el edil se percata del tipo de obra y convoca a los responsables de la concesionaria para aclarar que las pistas tenían que repararse en su conjunto y no con parcheados puntuales. Sin embargo, tal y como explican desde Pivalde, el concejal se encontró con que su técnico de Deportes respaldó a la empresa, al igual que el departamento de Urbanismo. Sin embargo, en pocas horas, la tensión y el enfrentamiento de aquella reunión con la alcaldesa se extendió por el municipio. Finalmente, el Ayuntamiento ha comunicado a la empresa la obligación de ejecutar las mejoras según el criterio del edil de Deportes. Como reconocen incluso desde este grupo de la oposición, la intervención de Francisco Osuna “ha evitado que el pueblo haya vuelto a ser víctima de los intereses económicos de una empresa privada, con la aquiescencia y consentimiento de quien todos sabemos”. Por ello, Pivalde no duda en agradecerle que defendiera los derechos de los vecinos de Valdemorillo. Y recuerda que, “como es habitual en este Ayuntamiento ante cualquier labor periodística crítica, la página web valdemorillo.com, que sacó a la luz este asunto, ha sido vetada por el Ejecutivo”.