El Equipo de Gobierno de Galapagar da los primeros pasos para definir el desarrollo futuro de la localidad

Partiendo de este punto, y teniendo en cuenta la coyuntura actual, la propuesta de PGOU que ha presentado el Ejecutivo, todavía en una primera fase, contiene bastantes elementos que parecen indicar que éste puede ser el camino a seguir. Menos vivienda (prácticamente un tercio de lo que se planteaba no hace tanto) y más suelo para empresas y comercios, con el objetivo de revitalizar la actividad económica, planteando los desarrollos de modo que se cierre la trama urbanística del casco. Todavía queda trabajo por hacer y muchos aspectos que han de concretarse de manera clara para evitar la arbitrariedad que ha padecido este municipio, pero este documento sí hace pensar en que existe la voluntad de construir un Galapagar más armónico. Por su parte, la oposición ha centrado sus críticas en las 368 hectáreas de reserva de suelo, enrocándose en una cuestión puramente nominal (con toda probabilidad acabará siendo suelo urbanizable no sectorizado), mientras que desde el Equipo de Gobierno aseguran que no se trata de una trampa, sino de que la próxima generación también pueda decidir su futuro. Hasta entonces pasarán 15 e incluso 20 años, aunque en todo caso ahora también debería ser el momento de establecer las garantías suficientes que eviten que esos más de tres millones de metros cuadrados se toquen antes de que sea necesario.

Mención aparte merece el pleno celebrado el pasado martes, en el que los cuatro grupos de la oposición (PSOE, Activa, Foro Verde y CDL) naufragaron de manera manifiesta en sus intervenciones, debatiéndose entre la incoherencia y los formalismos, pero sin entrar en el fondo de la cuestión y sin presentar alternativas, desaprovechando así una estupenda oportunidad de dar a conocer su postura más allá del enfrentamiento y de un mensaje cargado de tópicos.