Entrevista Elizbar Ubilava (Georgia, 1950), Gran Maestro y ex analista de Anatoly Karpov y Viswanathan Anand
“Con Anand he conocido mis límites”
Ubilava dio su visión global del ajedrez tras finalizar tercero el Open Internacional de Vllalba
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
|
Ubilava, analizando con Renier Vázquez en El Capricho / J.F. |
Sigue viviendo en Collado Mediano, pero ya no es el analista de Anand, tarea que aún hoy le incluye entre los mejores preparadores del mundo.
Pese al tremendo gasto de energía en análisis ajenos, el gran maestro Elizbar Ubilava, español de origen georgiano, es capaz de ofrecer un ajedrez propio tan preciosista como efectivo, hasta el punto de ganar las cuatro últimas partidas de un torneo de la exigencia del Open de Collado Villalba, algo sin precedentes recientes. Su afabilidad y conocimientos permiten ofrecer una visión global del ajedrez, además de propiciar un acercamiento a la esencia misma del deporte ciencia.
¿Qué sensación se lleva Ubilava del Open de Villalba?
Estoy un poco sorprendido, aunque sabía que los recursos en ajedrez son enormes. Jugando mejor a veces es difícil ganar las posiciones porque no te lo permiten los recursos para equilibrar la partida. Todos tienen ordenador, tienen el Fritz para analizar...El nivel es alto y se conocen muchas aperturas. Te sorprende lo bien que juegan, aunque la comprensión marca la diferencia y eso no lo enseñan las máquinas.
¿Ganar en ajedrez depende más de explotar los fallos del rival que de los aciertos propios?
A un nivel muy alto hay que acertar y hay que crear. Siempre hay errores, pero a gran nivel los errores son tan finos que pasan desapercibidos. Yo no juego esperando errores.
¿Qué marca la diferencia entre maestros de los que juegan aquí, sobre los 2.500 puntos ELO, y la élite, más allá de los 2.700?
El talento y el entrenamiento sin descansos. El talento significa que estos jugadores tienen una facilidad de cálculo impresionante. Y rapidez. En ajedrez valen mucho las reflexiones rápidas y tener un cálculo suelto. Carlsen, Anand, Kasparov, Radjabov...Es una generación impresionante. Sorprende cómo cuando cogen una posición no la sueltan. Es calidad y naturaleza. Debo reconocer dos tipos de constitución de la mente: una que calcula rápido y otra que calcula lento, pero después crea ideas globales, con una comprensión más profunda, como Botvinik, Spassky. Si calculaban bien, no podías hacer nada.
¿Los campeones de hoy resisten la comparación con los más grandes de la historia?
Sin duda. Capablanca o Alekhine eran grandes y se quedarán grandes. Lo que pasa es que el ordenador ha cambiado muchas cosas. Las fronteras se han roto. Hoy día vamos tres o cuatro pasos más allá.
¿Si existiera hoy la URSS, la escuela soviética no estaría al nivel de hace 30 años, sin ordenadores?
El concepto soviético todavía funciona, porque fue algo conceptual. Su modo de preparación, el modo de crear las personas que se dedicaban a esto. Tenían fondos, entrenadores, cultura. Era un profesionalismo de alto nivel y la Unión Soviética dejó algo bueno. Yo aún funciono de esa forma. La cultura es la cultura, aunque el ordenador ha nivelado.
Anand ha ganado tres Mundiales en diferentes formatos, en match cara a cara y en liga. ¿Su ex pupilo ha acabado con la teoría de que él es mejor en liga y Kramnik lo es en los match?
Esto lo planteó el mismo Kramnik, pero luego no fue correcto. Simplemente, Kramnik bajó su nivel. Después del match con Kasparov, en el que jugó extraordinariamente bien, bajó. Antes era impresionante y su contribución a la teoría del ajedrez muy alta. Era el mejor. Pero Vishy (Anand) estaba allí y mostró que el mayor práctico era él. Además tenía una motivación especial.
Otra leyenda. ¿Es cierto que Kasparov hizo la mayor novedad teórica de su carrera ante Anand en aquel Mundial que les enfrentó?
Todavía me afecta aquello, por su fuerza y profundidad. Fue decisivo. Vishy ganaba 5-4. Perdió la décima y el efecto psicológico fue enorme. Dio la vuelta al match, aunque nosotros estábamos cortos de preparación en aperturas, sobre todo con negras.
¿Por qué terminó su vinculación profesional con Anand y cuál es su relación actual?
La relación es normal. Tú no puedes estar haciendo siempre la misma cosa. Hemos hecho un trabajo útil para los dos y yo lo he disfrutado muchísimo. Tuve suerte de tener un pupilo de esa magnitud y también he conocido mis límites. Pero la vida del entrenador es muy compleja. La relación ha durando diez años, de 1994 a 2005, mucho tiempo.
¿Fue de mutuo acuerdo?
Sucedió sin hablar demasiado. La verdad, yo he dejado esto. Quería trabajar con otros. Anand no podía aguantar esa presión que venía de fuera. Todos querían trabajar con alguien que ha estado con el campeón.
Su tarea requería exclusividad...
Sí. Aunque también se trabajó con otros ayudantes. Teníamos a Yusupov; a Leko, incluso.
En definitiva, Elizbar Ubilava es un hombre muy ocupado.
Sí, trabajo demasiado. Aunque ahora he tomado meses sabáticos.
¿Y es raro verle jugando torneos como el de Villalba?
Si me invitan, juego. Aunque las condiciones son pobres. El ajedrez es un deporte bastante...cutre. No te dan ganas de jugar cuando tienes que ir buscando hoteles.
Dolerá ser gran maestro y sentirse ninguneado...
Hay mucha competitividad y es altísima. En los torneos no caben todos y por eso no me duele mucho.. Para mí lo importante es encontrar talentos de grandes dimensiones y trabajar con ellos. Y he encontrado algunos.