El éxito más artesanal

La consecución del objetivo suma a la ADC Villalba a este selecto club e incorpora al mismo el toque femenino, como culminación de un proceso lógico, iniciado hace un lustro con la reunión de una serie de jugadoras que han ido creciendo juntas, física y tácticamente, hasta llegar a ser el gran bloque ganador que son hoy. Ya el año pasado, rozaron la fase de ascenso firmando el subcampeonato de Madrid tras un Majadahonda que hizo valer su experiencia en los duelos directos. Y en esta temporada, con la lección aprendida y el aliciente de acumular un año más de madurez, el grupo que dirige Roberto de Frutos ha sabido dar no sólo uno, sino dos pasos más al frente: uno, el campeonato de Madrid, por delante del potente Pinto; otro, una inmaculada fase de ascenso en Villalba con tres victorias y dos víctimas de grandísimo nivel, el Bilbo y el Pacharán La Navarra. Sin grandes patrocinadores, con la ayuda municipal acostumbrada en un municipio que sólo apuesta por aquellos deportes con un brillo mediático predeterminado y/o prefabricado, la ADC Villalba ha ido un paso más allá de lo que en su día dio el equipo masculino, en aquellos años de División de Plata: ha logrado un éxito artesanal, sin artificios y siguiendo una progresión lógica. Con buen criterio, su presidente, Luis de Dios Rubio, ha seguido esa línea el día después de la victoria apostando por un proyecto a cuatro años vista, con la frialdad de pensamiento del buen gestor. Tras el ascenso, el siguiente paso es la consolidación y para lograrla se necesita la ayuda de todos.