La pugna entre poder y libertad

Hasta hoy no hemos querido denunciarlo públicamente a fin de averiguar si estábamos ante un hecho aislado, una broma de mal gusto o se trataba, como nos temíamos, de una actuación dirigida sin escrúpulos de ningún tipo por esos caducos censores sobrados de prepotencia hasta el extremo de sentirse respaldados para suprimir de un plumazo cualquier atisbo de libertad que pueda poner en peligro sus fuertes intereses.

Pues bien, después de varias pesquisas hemos llegado a la conclusión de que en este municipio hay algunos individuos que, por las razones que sean, se levantan los viernes muy temprano incentivados por la ‘ilusión’ de tirar al contenedor más próximo cuantos ejemplares de nuestro periódico encuentren a su paso. Tenemos incluso ya el nombre de alguno de estos secuestradores de poca monta, convertidos en meros instrumentos de quienes sólo ven en nuestra línea editorial el enemigo a batir y a los que seguramente les gustaría volver a los años de la censura, donde la libertad de expresión en nuestro país brillaba por su ausencia.

Esta persecución antidemocrática a la que estamos siendo sometidos nos ha obligado a no dejar periódicos en algunos puntos de esta localidad, entre ellos la biblioteca municipal Miguel Hernández, tras comprobar en varias ocasiones que cinco minutos más tarde de que el repartidor hubiese dejado medio centenar de periódicos estos habían desaparecido misteriosamente. Cierto es que en otras dependencias municipales mantenemos el periódico, pero siempre estrechamente vigilado por lectores afines (ver la carta enviada por algunos trabajadores municipales a la sección de Cartas al Director que publicamos hoy en la página 3, donde estos también denuncian este tema).

El Faro del Guadarrama está dispuesto a utilizar los medios legales que sean necesarios para poner fin a la persecución promovida por estos descreídos censores e inquisidores que, aun reconociendo su bajeza moral, infame, antidemocrática y totalitaria en su proceder, quieren impedir que nuestros lectores (más de 20.000 en Collado Villalba) puedan acceder a nuestro periódico los viernes.
“A quien madruga, Dios ayuda” han debido pensar los dirigentes del Partido Socialista de Madrid, después de que su secretario general, Tomás Gómez, lanzase el pasado domingo el chupinazo de inicio de campaña de cara a 2011 ante más de 400 delegados que habían asistido a la reunión del Comité Regional, donde afirmó: “Hoy iniciamos una nueva etapa para el socialismo madrileño”.

Gómez considera primordial reunir cuanto antes a los alcaldes socialistas de nuestra región para ver la forma de salir de la crisis económica que sufre el país y elaborar un código ético y moral que regule el funcionamiento de los cargos públicos que será presentado en la Asamblea de Madrid para que sea aprobado también por los parlamentarios del Partido Popular y de Izquierda Unida.

Tras el varapalo sufrido en los últimos comicios europeos, es lógico que el PSM tenga prisa en elaborar un nuevo libro de estilo que al menos les permita superar con ciertas posibilidades de éxito el rodillo electoral de Esperanza Aguirre. En cuando al contenido que Tomás Gómez piensa dar al tan manido libro de estilo, nada que objetar, sobre todo si como él dice éste se va a basar en la ética, la transparencia y la honestidad. Eso sí, tengo curiosidad en saber qué dicen sobre este asunto algunos de sus alcaldes, sobre todo aquellos que en los últimos dos años no han destacado precisamente por la defensa de estos valores.

Hace bastantes años me comentaba bastante preocupado un alcalde de San Lorenzo de El Escorial que “como Patrimonio nos siga apretando las clavijas aquí vamos a tener que comer, cenar y desayunar cultura”. La actitud mostrada en las últimas semanas por Plataforma Ciudadana Escurialense parece ir por el mismo camino, y por eso no me sorprendería que el día menos pensado Fernández Quejo se haga eco de las palabras de su antecesor. Me parece muy loable que se intente preservar del ladrillo el conjunto monumental del Monasterio, pero de ahí a denunciar ante la UNESCO el nuevo Plan General de Urbanismo (un balón de oxígeno a medio plazo para la economía local), porque éste se va a desarrollar junto a la A-6, en unos terrenos colindantes con los municipios de Collado Villalba, Alpedrete y Guadarrama, situados a 15 kilómetros del casco urbano y en los que está proyectado construir 850 viviendas, un polígono industrial y un centro comercial, me parece un lujo que los sanlorentinos no se pueden permitir en estos tiempos de tanta precariedad económica. Vamos, es como tirar piedras contra el propio tejado.