Un pueblo medieval

El pasado fin de semana, Villalba Pueblo se convirtió en un mercado medieval donde la magia y la tradición transportaron a los vecinos a otra época. Los villalbinos que se acercaron a las calles peatonales pudieron comprar especias, andar sobre zancos o conocer su futuro gracias a los mercaderes que allí se dieron cita. Uno de los puestos que más llamó la atención a padres y niños fue el que albergaba aves, desde búhos a águilas, pasando por halcones que sobrevolaron la plaza del Ayuntamiento. Muchos aprovecharon para llevarse hogazas de pan, elaboradas a la antigua usanza, tartas de diferentes sabores; abalorios, espadas o bolsas de cuero.