www.elfarodelguadarrama.com

Corrida Asociación de la Prensa 2006 – Jueves 25 de mayo de 2006

Sebastián Castella corta una barata oreja y tapa una tarde esperpéntica y aburrida

Decepcionante corrida de “Valdefresno” con toros mansos y sin casta

Por ALFREDO FERNÁNDEZ
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Ficha: Jueves 25 de mayo de 2006. Corrida de la Asociación de la Prensa de Madrid. Lleno de “No hay Billetes”. Toros de “”Valdefresno” bien presentados en general aunque más fuertes los tres últimos. Encierro noble pero escasos de fortaleza, mansos y descastados. El 4º tuvo más repetición y largura en sus arrancadas por el derecho. En 6ª posición salió un sobrero de “Las Ramblas”, con escasa cara y volumen para un coso como Madrid; complicado pero agradecido. Sebastián Castella, silencio y oreja protestada; Serafín Marín, silencio en los dos, y Miguel Ángel Perera, silencio y silencio. Incidencias: Vergonzosa actuación presidencial de D. Julio Martínez.

La corrida de la Asociación de la Prensa tiene muy poca historia. Al ser la corrida de los periodistas parece ser que así nadie tendría que estar escribiendo copiosas y largas crónicas durante horas.

La corrida de “Valdefresno” decepcionó y terminó acabando con la paciencia de la afición, que al final salió mosqueada y de muy mal humor. La familia Fraile, a la que tengo el placer de conocer, son unos excelentes ganaderos de bravo. Viven por y para la ganadería, están constantemente pendiente de ella y son muy sacrificados con el trabajo diario del campo. No son ningunos señoritos, ni ningunos ganaduros, ni tampoco unos ladrilleros, por eso me duele que la corrida les saliera tan horrible. Otra vez será. Fijo. Pero la realidad manda y la corrida fue un verdadero fiasco. Toros sin casta, sin acometida, sin fiereza, sin motor, sin fuerza, sólo una nobleza sosa y tonta que como decimos tantas veces no sirve, y menos en Madrid. Un bodrio.

Dicho el tema ganadero, vayamos a por dos cuestiones más: la primera, el presidente del festejo, el señor Martínez, se comportó como un verdadero provocador por mantener en el ruedo a los tres primeros toros, que debieron volver a los corrales sin ninguna contemplación. Y luego, se permite el lujo de echar para atrás al sexto, un toro que apuntó buenas cosas de salida y sin ton ni son le devolvió por su cuenta después de lo que nos había echo padecer. Lamentable.

La segunda cuestión radica en las actitudes de Serafín Marín y Miguel Ángel Perera respectivamente. El primero parecía contagiado por el ambiente y pasó por Las Ventas sigilosamente y como ausente, mientras que Perera tuvo francamente una de sus peores actuaciones que le recuerdo en esta plaza.

Así la tarde fue de Sebastián Castella, que cortó una de las orejas más baratas de esta feria (aunque sea corrida de la prensa), y ya es decir.

Castella estuvo bien, cierto, del único toro medio potable del encierro sobre todo por el pitón derecho ya que por el izquierdo medía y probaba sin pasar. El francés dejó un inicio de faena espectacular, con muletazos cambiados por la espalda, muy ajustados y que captaron la atención del respetable. Las dos tantas sobre la derecha resultaron relajadas, desmayadas y de un ajuste bárbaro. El de “valdefresno” poco a poco se iba acabando y Sebastián acortó la distancia para allí en cercanías y tragándole mucho ir extrayendo muletazos por uno y otro pitón más de redaños que de toreo en sí. Se fue a por la tizona y dejó un efectivo espadazo. Se le pidió la oreja a mi entender de manera minoritaria y le fue concedida la oreja que terminó siendo muy protestada por el público. Estuvo bien Castella pero una oreja en Madrid tiene un precio mucho más elevado Ante el primero, Castella lo intentó, pero el animal muy descastado resultó muy deslucido.

Poco podemos decir de Serafín Marín, que apenas esbozo algún detalle en toda la tarde. Su primero adoleció de falta de fuerzas aunque iba y venía sin malicia. Serafín le probó por ambos pitones poco confiado y sin creérselo. El quinto resultó noble aunque no tenía ninguna trasmisión. El catalán lo pasaportó en una faena de trámite terminando su labor de un metisaca de muy mala guisa en los blandos.

El presidente se empeñó en mantener en el ruedo al inválido tercero, lo que nos privó de ver un toro. Miguel Ángel Perera así lo entendió y tras apenas ni haberlo probado se dirigió a por la espada para finiquitarlo. Una cosa es que el animal no sirva, pero otra distinta la actitud de un torero joven.

El sexto fue devuelto y en su lugar salió un toro de escaso trapío de “Las Ramblas”. El animal llegó a la muleta con ciertas complicaciones pero cuando se le hacían las cosas bien y se le llevaba el toro respondía. Perera no se terminó de confiar, como si no le encontrara el sitio y en más de una ocasión le sobrevino la patita atrás y la duda. Hubo una tanda por el derecho que fue la más notable, aunque pronto el trasteo de Miguel Ángel iba diluyéndose. La tarde ya pesaba como una losa y ante la poca atención del respetable el diestro decidió irse a por la espada y poner el punto y final a esta nefasta y triste corrida de la Asociación de la Prensa madrileña. En otro momento, en otras circunstancias y con otra claridad de ideas y de firmeza, este astado de Daniel Martínez le hubiera podido valer al extremeño. Deberá apretar más el acelerador de su corazón en su siguiente compromiso en Las Ventas.

Al final del festejo, en el Aula Cultural de la Plaza de Las Ventas (sala Bienvenida), Sebastián Castella recibió por parte de la Asociación de la Prensa la “Oreja de Oro” como diestro triunfador de la corrida. Hasta el año que viene.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios