Los aullidos
de Lobo Cojo
INTERINO
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
“Aquí me tienen con las maletas y la caña de pescar preparadas para pasar estas minivaciones junto al Mediterráneo, porque aunque estemos en tiempos de crisis, siempre es bueno visitar la costa, sobre todo si tenemos en cuenta la cantidad de peces gordos que merodean por la Costa Blanca, a los que resulta fácil encontrar compartiendo mesa y mantel en restaurantes de lujo con políticos u otro tipo de personas de la jet-set, y no como pasa con los currantes, que tenemos que conformarnos con un bocata de calamares a palo seco en el chiringuito de la esquina, dice Lobo Cojo.
Bien, tras el preámbulo y aunque sólo sea por alusiones, quiero dejar bien claro que yo no tengo nada que ver con la desaparición del rebaño de ovejas de El Coto de Las Suertes. Vamos, ni se me ha pasado por la cabeza. Cierto es que las ovejas me gustan, pero de ahí a meterle mano a una de esas cuya manutención le costaba al Ayuntamiento más de 60.000 pesetas mensuales (su lana debía ser más cara que el visón), va un abismo. Y claro, como no hay mejor defensa que un buen ataque, y además me consta que JP siente hacia mí un profundo cariño y no me va a decepcionar, quiero pedirle desde este pedestal jocoso que ordene la busca y captura de las ovejitas de marras porque en caso de encontrarlas, mataría dos pájaros de un tiro. Probaría mi inocencia y acabaría con esos bulos que dicen que el rebaño está a buen recaudo en una finca privada y criando corderitos lechales”.