Tras la puesta en marcha de los primeros trabajos en la Dehesa municipal, la reacción de Alpedrete Sostenible (AS) no se ha hecho esperar. Para este colectivo, “que se quiera denominar Parque Natural a un espacio tan pequeño como la Dehesa da a entender los delirios de grandeza del Ayuntamiento”.
Esta asociación recuerda que este espacio ya esta protegido como Monte de Utilidad Pública, forma parte del LIC de la cuenca del río Manzanares y es suelo no urbanizable de especial protección. “Si al Ejecutivo de Alpedrete realmente le preocupa el medio ambiente, que proteja alguna zona de gran valor como Cercas de Ávila o Polvorines Norte” indican.
Los ecologistas han realizado un estudio pormenorizado del proyecto, que han calificado como “ajardinamiento de la naturaleza más que de proteccionista ”, y han querido resaltar los “verdaderos problemas” con los que cuenta la Dehesa, que a su juicio son:
- Sobrepastoreo, lo que provoca la no regeneración vegetal.
- La caza. Desde hace años está permitida la práctica cinegética, con los consiguientes vertidos de cartuchos de plástico y plomo de la munición.
- Escombros, vertidos, basura en las canteras, restos de obras, etc.
- Eliminación de fauna no autóctona. Los numerosos peces exóticos que pueblan las canteras y las tortugas de Florida crean un severo impacto sobre las poblaciones protegidas de anfibios.
- Vallados ilegales que rodean las canteras.
Además, para este colectivo vecinal, el verdadero problema no es la “artificialización de la Dehesa en un parque urbano, sino la creación de una serie de polígonos alrededor de este espacio, como el de industrias pesadas al norte, el existente al sur; o la declaración de Cercas de Ávila, al este de éste espacio, como suelo urbanizable”.