POLÉMICA CONSIDERAN QUE SU INCORPORACIÓN NO ES COMPATIBLE CON EL PROYECTO previsto para EL área homogénea norte
Los ecologistas cuestionan la presencia de Torrelodones en la red de protección de esta rapaz
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Imagen de un ejemplar de águila imperial ibérica / ARchivo |
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El pasado mes de febrero, el Ayuntamiento de Torrelodones anunció su incorporación a la Red de Municipios por el águila imperial, impulsada por la Sociedad Española de Ornitología (SEO) con la colaboración de otros organismos oficiales. Este anuncio despertó la indignación de colectivos conservacionistas y del principal grupo de la oposición, Vecinos por Torrelodones, al considerar que esta localidad no respeta algunos de los principios que se exigen a los 50 municipios españoles que integran esta red.
Entre las exigencias que plantea la SEO, además de contar con la presencia de este especie en peligro de extinción en su término, está la de tomar medidas de protección, conservación y concienciación de la población, para favorecer su mantenimiento y expansión. Lógicamente, el grupo conservacionista cita expresamente las dedicadas al urbanismo, ya que éste es uno de los constantes riesgos que ha llevado a esta emblemática rapaz a la situación más crítica en el baremo de las especies amenazadas.
Por ello, oposición y ecologistas no entienden que pueda ser compatible recalificar y urbanizar una zona situada junto a El Pardo, como es el Área Homogénea Norte (AHN), con la protección de esta especie.
Ante las críticas y llamadas de VxT y Torrenat a la SEO para aclarar esta situación, este periódico ha podido confirmar que, finalmente, Torrelodones entrará a formar parte de la ahora denominada Red de Custodia Alzando el Vuelo. Sin embargo, como indicó Beatriz Sánchez, coordinadora del programa, “Torrelodones ha sido incluida entre estos 50 municipios españoles porque hasta ahora no se ha dado ningún paso acerca de este plan urbanístico. Si se aprobase, sería incompatible con la conservación del águila imperial”.
Paradójico
Para Torrenat, “el Equipo de Gobierno se burla del medio ambiente y de todos los que hemos dedicado mucho tiempo y esfuerzo en paralizar sus pretensiones de urbanizar el AHN, zona de campeo del águila imperial colindante con el Monte de El Pardo”.
Lo más paradójico de esta situación, según indica este mismo grupo, es que la propia Sociedad Española de Ornitología también “presentó alegaciones contrarias al proyecto de urbanización del AHN, en las que denunciaba, entre otras cosas, que esta zona se encuentra dentro del área de cría y dispersión del águila imperial ibérica, la cual se verá afectada negativamente por su recalificación”.
Todo lo anterior, explica este colectivo, “es totalmente incompatible con el proyecto de urbanización del AHN que figura en el programa electoral del partido del equipo de Gobierno, que ya han presentado a la Comunidad de Madrid y que se encuentra a la espera del dictamen de esta última”. En cualquier caso, los críticos con esta adhesión esperan que esta polémica sirva para que la organización nacional “sea garante de que el Ayuntamiento de Torrelodones cumpla estrictamente los compromisos adquiridos al formar parte de la mencionada red”.
La lupa
Una relación que viene
de lejos...
La relación entre Torrelodones y el águila imperial no es nueva, ya que hace años su sombra ya planeó sobre el proyecto de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) que este municipio comparte con Galapagar. De hecho, la alerta ecologista acerca de la presencia de un nido de esta especie obligó a cambiar el emplazamiento inicial, lo que provocó un considerable retraso en las obras. Más tarde, fue la Comunidad de Madrid la que ordenó el aplazamiento de las obras de construcción de los colectores de aguas residuales con el fin de evitar que estos trabajos coincidiesen con la época de reproducción y cría del águila imperial ibérica. El propio alcalde, Carlos Galbeño (PP), reconoció durante una visita a la Estación Depuradora realizada en abril de 2006 que la existencia de anidamientos de esta especie protegida impediría que las obras finalizasen en el plazo fijado en un principio.