En primer lugar, es necesario disponer de un terreno; no hace falta que sea muy grande, ya que existen carpas a partir de 5 por 5 metros. Además, hay que tener en cuenta que cada invitado ocupa un espacio de 1,30-1,40 metros cuadrados. Esta es la superficie aconsejada para que el catering pueda trabajar con comodidad. También es necesario que el terreno no tenga desnivel y que pueda clavarse en el suelo. La instalación de la carpa ha de estar cubierta por un seguro de responsabilidad civil que cubra cualquier eventualidad que pudiera surgir a causa de fenómenos meteorológicos o accidentes. A la hora de contratar, acuda a empresas que tengan experiencia en este tipo de de montajes y que puedan ofrecer soluciones a imprevistos de última hora, como el descenso de temperatura, sin precios abusivos. A su instalación hay que añadir la contratación del catering. Hay quien a veces trata de imponer a una determinada empresa de carpas, pero generalmente ellos se llevan una comisión.
Otra cuestión es la seguridad de la instalación, ya que no debe haber riesgos en un evento con tantos seres queridos. Consejos ofrecidos por Festikarpa (
www.festikarpa.com).