El despido de cinco trabajadores deja al alcalde en entredicho

Desde entonces los representantes de Comisiones Obreras y de la CGT en el Comité de Empresa han venido mostrando su malestar no sólo con estos despidos (protesta en el pleno, manifestaciones en la plaza de la Constitución, etc.), sino también con la política de personal promovida por la edil de Recursos Humanos, Belén Sánchez Moreno, y secundada por el teniente de alcalde responsable de Empleo, José Luis Cercas Alonso, lo que obviamente pone en entredicho la gestión del regidor, José Pablo González.

Un trabajador del Ayuntamiento nos comentaba esta misma semana que casi nadie de la plantilla municipal se cree la versión dada por el Ejecutivo en el sentido de que a estos trabajadores se les había despedido “porque la Comunidad de Madrid no había concedido la subvención para el programa de Garantía Social de este año”. Además, añadió: “Sabemos que en otros ayuntamientos donde tampoco han recibido esta subvención, los alcaldes no han despedido a los profesores, sino que les han hecho contratos de un mes o de dos para que continúen hasta que la Comunidad de Madrid les apruebe la correspondiente partida económica, algo que por cierto y según escrito remitido al Consistorio villalbino por la subdirectora general de la Consejería de Educación (29 de enero de 2009) se está tramitando con carácter de urgencia. Es más, sabiendo la crítica situación por la que atraviesan las arcas municipales es difícil comprender la precipitación del Ayuntamiento a la hora de despedir a los afectados, más cuando las indemnizaciones superan los 60.000 euros”.

Chulería y prepotencia
Por su parte, el Comité de Empresa del Ayuntamiento ha calificado el despido de estos trabajadores “Como un acto de chulería porque no entendemos que haya dinero para despedir y aumentar la cifras del paro y no lo haya para pagar las facturas de los pequeños proveedores municipales...”.“La arrogancia del alcalde (añaden en el mismo comunicado), supone liquidar la Garantía Social en nuestro municipio y con ello arruinar el futuro laboral de decenas de jóvenes en situación de exclusión... A nuestro juicio -finaliza la nota de prensa- la gestión del alcalde, José Pablo González, constituye una seria amenaza para la convivencia social en este municipio, pues son diversos los frentes abiertos por su prepotencia”.

También CGT-Villalba, sindicato al que pertenecen algunos de los despedidos, criticaba con dureza la actuación de los responsables del Ejecutivo local en este asunto: “No es nueva la arbitrariedad, parcialidad y crueldad demostrada por el Equipo de Gobierno para con los trabajadores municipales... Si a la atrocidad de dejar a cinco familias en la calle, añadimos las concesiones a precio de saldo de terrenos vecinales a empresarios, la privatización de servicios municipales y la pésima gestión y despilfarro de los caudales públicos del municipio, comprobaremos que este personaje [José Pablo González] está convirtiendo deliberadamente el socialismo que predicó en un clientelismo y amiguismo contrario a los intereses comunes”.

También un afiliado del PSOE vinculado a la plantilla municipal quiso dar su opinión al respecto: “Me preocupa que entre los despedidos se encuentren compañeros del Partido Socialista. Sólo desde el miedo y desde el rencor se puede entender esta persecución a los militantes que no son de la cuerda de José Pablo, lo que pone de manifiesto que los poderes únicos y absolutos nunca han sido buenos”.

El Ejecutivo se defiende
El área de Personal, a través de una nota de prensa, ha querido explicar los motivos de estas extinciones de contrato, insistiendo en el hecho de que “al haber finalizado el Programa de Garantía Social 2007/08 y no habiendo resuelto por la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid la resolución de concesión y autorización para la ejecución de Programas de Cualificación Personal para el curso 2008/09 solicitada por este Ayuntamiento el 27 noviembre de 2008, el personal adscrito a dicho proyecto ha finalizado su prestación de servicios”. En cuanto al carácter indefinido de los contratos, el Consistorio dice que “el reconocimiento de trabajadores indefinidos, tanto por sentencia como por este Ayuntamiento, es referente a las funciones que desempeñan como profesores de Garantía Social en función a sus perfiles profesionales autorizados por la Consejería de Educación, tanto en las modalidades de formación como en sus requisitos. Funciones que se reconocen como habituales y estructurales, no del Ayuntamiento por cuanto la competencia es autonómica, lo cual ha venido manteniendo y autorizando con esos perfiles la Consejería de Educación desde el año 1999”. También la nota recoge que los trabajadores afectados volverán a ser contratados caso de resolverse favorablemente la subvención solicitada por el Ayuntamiento para la ejecución de dichos programas.

Finalmente, el comunicado de prensa elaborado por el área de Personal expresa que “ no es objetivo de este Gobierno reducir el empleo, ni tampoco dejar de colaborar en la inserción laboral y formación de los jóvenes villalbinos para facilitarles la transición al empleo”.

He aquí la versión de las partes implicadas. Falta la de los trabajadores, los grandes perjudicados en este polémico despido.

Programa de garantía social y el centro
intercultural de collado Villalba

EL PROGRAMA de Garantía Social destinado a jóvenes mayores de 16 años que no hubiesen obtenido el título de graduado en Educación Secundaria obligatoria permitía a muchos alumnos acceder a su primer trabajo y a los inmigrantes conseguir, gracias a la ayuda del profesorado, tramitar solicitudes y autorizaciones de trabajo en los servicios de extranjería e inmigración. La ausencia de este programa y el despido de los profesores deja ‘huérfanos’ a estos jóvenes.

TAMBIÉN en el Centro Intercultural de Collado Villalba se produjo, hace meses, otro despido masivo que afectó a los profesionales que lo atendían, entre los que se encontraban dos mediadores sociales, con gran formación y experiencia en este área, además de padres de familia. Corrió la misma suerte una trabajadora social, una educadora y una auxiliar administrativa, que obviamente pasaron a engrosar las listas del paro.