EDITORIAL
Oportunidades para el empleo
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
De nuevo encontramos en estas páginas referencias a la crisis, esta vez por los datos del paro, que alertan de un incremento del 50 por ciento en la comarca a lo largo del último año. De estas preocupantes cifras sólo se libran contados municipios, con Torrelodones a la cabeza como ejemplo de mayor estabilidad en este sentido, aunque tampoco aquí se puede bajar la guardia. En el resto de localidades de la comarca, casi sin excepción, la situación no invita al optimismo. Por eso es tiempo de agudizar el ingenio y buscar alternativas que permitan la creación de puestos de trabajo.
La alcaldesa de Guadarrama, Carmen María Pérez del Molino, ha sido una de las que, desde hace meses, ha expresado más abiertamente su preocupación por la situación actual, aunque no en el Ejecutivo que preside no se han quedado en el lamento, sino que trabajan para poner en marcha distintos proyectos, con el apoyo de la iniciativa privada. Una mediana superficie comercial -actuación que ya está en marcha-, la residencia de la tercera edad en la antigua Academia de la Guardia Civil o la futura creación de un hospital psiquiátrico en la que fuera residencia del Banco Hispanoamericano son algunas de las iniciativas que está impulsando el Ayuntamiento. En total prevén la creación de unos 150 puestos de trabajo, que probablemente sean más de los que saldrán de los proyectos del plan Zapatero en la localidad, que nuevamente se revelan como una golosina que no se puede rechazar, pero que, a fin de cuentas, está condenada a agotarse. También es el momento de explotar el potencial turístico de la comarca, que en Guadarrama, sin ir más lejos, ha permanecido hasta ahora en un segundo plano. Los establecimientos hoteleros de categoría en la Sierra se cuentan con los dedos de las manos, lo que resulta poco menos que increíble teniendo en cuenta los valores históricos, artísticos y medioambientales de la zona, y también su proximidad a la capital. Tampoco hay apenas turismo rural, y es hora de corregir este déficit, que resulta todavía más llamativo si se compara con la situación en provincias vecinas como Segovia, Ávila, Guadalajara o Toledo.