EL MIRADOR
Regalos fiscales prenavideños
A. Belmonte
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
La última rebaja de Zapatero, por sorpresa, nocturnidad, alevosía y probablemente con premeditación, que sería lo más grave, de los impuestos a pagar por los banqueros y sus ejecutivos es la demostración final, palpable, olorosa y asquerosa de que los ladrones, defraudadores, palistas, trileros, depredadores, prestamistas, trincones y todos los que se lo llevan crudo, son especies protegidas, por estar considerados como la res madre del cordero (la res pública es la que se sacrifica) que hay que mantener a salvo, pues como una madre no hay nada, si se quiere reproducir otra vez el rebaño, si es preciso a costa de dejar perder la prole restante o de rebús.
Y como lo hacen, siguen sin dar de mamar, no vaya a estropeárseles el pezón, venga a cuidarse que así están ellos sin prestar el dinero regalado, lloviéndoles de los impuestos, apalancándoselo para extorsionar a los hijos súbditos convertidos en parias, y chantajear al papá Estado, que para estar a bien con estos chulos, y de la mano de su maestro de ceremonias, metido ya a Aladino, a mamporrero, a alcahuete, a celestino, no solo les pone una cueva para guardar las regalías, pasándoles la doble contraseña del “Ábrete Sésamo” para ingresar y “Ciérrate Sésamo” para prestar, y todo, a un día sólo de prometer a los robados, agobiados y ateridos en uno de sus congresos de jersey camacho, que los que quieran recortar las alas a los pringados que no vayan a pedirle ayuda porque ni pan. Aunque a falta de pan, buenos son los regalos fiscales, dinero llama a dinero, que algún mendrugo duro deparará el banquete al hueso de los hambrientos. Al fin y al cabo ZP no es falangista, y no aplica lo de “al obrero y al ladrón, perdigón”, sino el “todo el poder para los soviets... y los cuartos para los consejos de administración”.