La lupa
¡Nunca lo olvidaré!
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
La emoción se palpó durante toda la tarde. Yo apenas me enteré de nada. Permanecí en el limbo. En una nube. Pero en mi retina, me quedarán mientras viva cuatro momentos. Nunca lo podré olvidar, por muchas cosas. El primero de ellos fue cuando rompió el paseíllo. La plaza estalló en una ovación interminable. La carne de gallina. El minuto de silencio en memoria de José Carlos acongoja. Silencio sepulcral. Roto por una interminable ovación.
El segundo, el brindis de Víctor Puerto a sus dos hijos mayores. La plaza entera en pie. Era un estruendo. El público emocionado. Todos emocionados. El tercero, el cariñoso brindis de Gómez Escorial a Mari Mar, su viuda. El torero apenas podía mediar palabra. El último retazo que me queda es ese brindis de Robleño al cielo, implorando a su memoria. Desde ahí arriba, qué contento tienes que estar José. Te lo mereces.