Hablando
de novilleros
Alfredo Fernández
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Durante todo este verano se va a celebrar una gran cantidad de novilladas en toda la comarca. En algunos sitios torearán los que valen y tienen cualidades, mientras que en otros se tirará de las recomendaciones.
El panorama novilleril es bastante gris, aunque como todos los años hay unos cuantos nombres que sacan la cabeza. Entre ellos hay que destacar a dos mexicanos: El Payo y Mario Aguilar, crecidos taurinamente al amparo de Alberto Elvira y Juan Cubero. Ambos tienen la hierba en la boca y con sus virtudes y defectos quieren ser toreros. Estamos cansados de novilleros que se las saben todas y que parece que tienen tres fincas y 10 cortijos.
El Payo causa sensación en cada plaza que va, llega muy bien al público y tiene condiciones. Ha triunfado en Madrid y Pamplona, y ha dejado un gran sabor de boca en Santander o Valencia. El otro azteca es Aguilar, que tiene un gran valor y se arrima como pocos. No ha puntuado tanto, pero es un gallo que en este final de temporada va a cantar y del que se va a hablar mucho.
Otro de los chavales con condiciones es Miguel Tendero. El pasado año hizo una temporada muy buena y en San Isidro sorprendió a todos. Debe seguir escalando posiciones tras un inoportuno percance, pero tiene cabeza, valor y el temple de los toreros de Albacete. De la tierra manchega es Juan Luis Rodríguez, que aunque lleva una temporada tibia, en plazas de relieve sabe torear. En cualquier momento puede dar un aldabonazo, pero tiene que apostar. Como debe hacerlo José Manuel Más, con muchos mimos en su carrera, pero que tiene mimbres porque presenta calidad toreando. No termina de romper y deberá hacerlo si no quiere quedarse parado.
Hay un chaval madrileño llamado Juan Jiménez al que no dan cancha, pero es un tapado con mucho que decir. Tiene ambición y el toreo metido en la cabeza. En El Boalo estuvo fantástico. Antonio Nazaré tiene un bien aprendido oficio y en Madrid dejó argumentos para valorar. Miguel Ángel Delgado torea despacio, aunque le falta fibra. Entre los más jóvenes apuntan y tienen maneras Pablo Lechuga, José María Arenas y un francés del que hablan maravillas, llamado “Tomasito”. Estos son, de momento, los más interesantes del año.