LUCES Y SOMBRAS
Las fiestas de Santiago Apóstol. Mario Mingo abandona la política local - La crisis empieza a hacer estragos
Manuel J. Ortega
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
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Salida de misa en la iglesia de la Estación (reproducción de una obra a plumilla del artista villalbino Julián Redondo) |
Collado Villalba y Colmenarejo son los dos únicos municipios serranos que celebran a nivel local la festividad de Santiago Apóstol, aunque en la ciudad villalbina el apóstol comparta carteles con San Antonio de Padua (patrón oficial) porque los vecinos de la Estación le consideran su ‘patrón’, mientras los residentes en el casco capitalino o casco antiguo sigan manteniendo la onomástica del santo fraile franciscano. Al margen de estas curiosas peculiaridades, del 21 al 27 de julio ambas localidades lucirán sus mejores galas para disfrutar a lo grande de unos festejos donde se reviven viejas tradiciones, entre ellas las taurinas (encierros incluidos), competiciones deportivas, juegos infantiles, misa y procesión del santo, que cobran una mayor dimensión popular gracias a la colaboración de las peñas y de otros colectivos locales.
Y volviendo a Collado Villalba y al tema de su bipatronazgo, hay que admitir el error cometido muchas veces a la hora de calificar a Santiago Apóstol como patrón de una parte de los villalbinos, cuando en realidad se trata de la fiesta mayor de un barrio, el más populoso de la ciudad, cuyos veraneantes en los años de la posguerra optaron por elegir al patrón de España para conmemorar sus celebraciones estivales. La talla del apóstol, financiada por vecinos y veraneantes, estuvo ubicada durante muchos años en la antigua iglesia de la Santísima Trinidad (hoy ermita) y fue paseada a hombros por sus fieles en procesión durante varios años, concretamente hasta su desaparición, hecho que el por entonces párroco, Carlos Sainz, justificó por el poco espacio que había en esa pequeña iglesia para albergar esa imagen “con caballo y espada matando moros, algo que, según Sainz, no era precisamente la visión más cristiana de la vida, ni tampoco la imagen más idónea para presidir un templo donde se habla de paz”. Al parecer, esta vieja talla fue localizada posteriormente en la iglesia de la Colonia España y ahí se quedó ante la negativa del párroco villalbino a colocarla en la ermita de la Estación. Esta situación se normalizaría años más tarde, cuando un grupo de vecinos, a través de otra cuestación popular, adquirieron otra talla (sin caballo ni espada), que es la que preside el cortejo procesional de Villalba Estación cada 25 de julio. Curioso pero cierto.
MARIO MINGO, 20 AÑOS EN LA POLÍTICA LOCAL
“Vamos a ver ahora a quién le echamos la culpa de los males de nuestro pueblo”, me decía un comerciante de Torrelodones al referirse a la decisión tomada por Mario Mingo Zapatero de abandonar su actividad política relacionada con su larga gestión al frente del PP local, decisión que ha sorprendido a muchos pero que él llevaba madurando durante bastante tiempo. Obviamente, le resultaba imposible estar en misa y a la vez hacer repicar las campanas, porque tenía serias dificultades para poder compaginar su condición de médico-cirujano en el ejercio libre de la profesión con sus tareas de diputado nacional y a la vez gerenciar los destinos de los populares en esta localidad. Le conozco lo suficiente para saber que le va a costar bastante superar el mono que le cree su alejamiento de los asuntos relacionados con la política de su pueblo, pero estoy también convencido de que al final lo conseguirá, como también consiguió convertir Torrelodones en uno de los municipios más pujantes de la Comunidad de Madrid.
Se acabaron pues los argumentos de aquellos que hablaban de una presunta bicefalia al frente de este Ayuntamiento, formada por Mingo y Galbeño, y a partir de ahora tendrá que ser éste último, en su condición de alcalde y presidente de la gestora del PP, el que asuma todas las responsabilidades, aunque no me cabe la menor duda que en caso de que lo necesite siempre tendrá al otro lado del teléfono a su amigo para facilitarle el apoyo necesario.
CRISIS, CRISIS, CRISIS
No quiero ser ningún aguafiestas ni deseo que me tachen de antipatriota, pero la crisis económica que padecemos empieza a tomar unas dimensiones bastante preocupantes.Y lo malo es que esto sólo es el comienzo. De momento sabemos que la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha remitido un texto al Ministerio de Economía pidiendo una subida generalizada de tributos municipales para 2009; que el consumo de gasolina y gasoil, termómetro fiel de la economía, ha caído drásticamente; que la caída de ventas de viviendas empieza a ser irreversible; que lejos de aquel 3 por ciento del que hablaba Solbes en periodo electoral, la inflación española se ha disparado hasta el 5,1y lo que aún es peor, el consumo de las familias se hunde hasta un 5,3 por ciento. Y la guinda a este pastel la acaba de poner el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, al anunciar para 2009 un tasa de paro por encima del 11 por ciento. ¿Cuando tocaremos fondo?.