Sin tetas no
hay educación
MARIO DE LUIS - Collado Villalba
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Soy un padre separado que durante tres años ha intentado trasladar a su hija a un centro educativo bilingüe de Madrid. Tras aportar a la juez documentación que probaba que tanto el padre como la madre disponían de medios para costear una educación mejor, mi petición fue desestimada. La juez se limitó a preguntar si la niña era ‘feliz’ en el centro en el que estaba. Desoyó las cifras de fracaso escolar, la petición del padre de abonarlo incluso en su totalidad, el bilingüismo, nada.
La juez estimó el argumento de la madre: “Que nuestra hija se tendría que levantar 30 minutos antes y no iba a obtener grandes beneficios de esa educación”. El centro para el que el padre llevaba pagando plaza es el colegio adscrito a la Autónoma con mejores resultados en Selectividad en los cinco últimos años en toda la Comunidad de Madrid, de prestigio reconocido. Tras la negativa de la juez, un mes más tarde y a la desesperada, me puse en contacto con mi ex y le dije qué era lo que precisaba para autorizar a que nuestra hija fuese a un colegio bilingüe. La respuesta fue que aparte de que yo pagase todos los gastos de la educación, transporte, comida, etc., debía mejorar la pensión de alimentos y además darle una cantidad en efectivo que, tras pedirme en dinero negro, conseguí que accediera a que fuese en dinero blanco a través de un acuerdo en concepto de supuestos gastos de abogado. Registré las negociaciones en cinta magnetofónica.
La sorpresa vino a la semana escasa de firmar el acuerdo cuando mi ex apareció con un par de pechos nuevos aún ataviada con el corsé que obligan a poner después de la operación, los vendajes, etc. El dinero para pagar la operación de pechos nuevos, a buen seguro ya contratada con anterioridad, hizo cambiar de criterio a la madre de mi hija. Hay quien dice que cuando hay tetas (jueza) no hay justicia para los hombres separados. Yo no lo creía, pero lo constaté de primera mano. La historia es digna de un reality show y, en mi caso, dispongo de los medios de prueba necesarios.
A día de hoy, nuestra hija se levanta 20 minutos antes, y va a un colegio bilingüe estupendo; está muy contenta; la madre tiene tetas nuevas, todos felices ¿verdad señora jueza?.