Hillary asegura que "no se rendirá" en la lucha por alcanzar la candidatura demócrata

Ningún número ni análisis desfavorable parece hacer mella en la candidata, que ha comparecido en público cuando su victoria era ya segura para anunciar que "todavía puedo ganar esta carrera" y recordar a su adversario que aún no cuenta con el número de delegados necesarios para proclamar su candidatura. "Esta victoria en Virginia Occidental me acerca a ese objetivo", ha dicho.

Así, ha enumerado todos los estados en los cuales ha ganado a Obama. Y ha prometido que hará lo mismo en los territorios que aún no han emitido su voto, despejando así cualquier duda sobre su continuidad. "Puedo ganar la nominación si vosotros así lo decidís, y puedo llevar a este partido hasta la victoria en las presidenciales", ha dicho. "La carrera no ha terminado todavía; nunca abandonaré", ha proclamado.

Virginia Occidental es uno de los estados más blancos, religiosos y conservadores del país, uno de los de más baja renta por habitante, de los últimos en cuanto a número de universitarios y de los primeros en cuanto a propietarios de armas de fuego. Obama apenas ha gastado medio día en hacer campaña para unas primarias que daba por perdidas de antemano, dado el perfil del estado contrario a sus idearios.

Pese a la derrota de Obama, el panorama no se ha visto modificado de forma apreciable y, de continuar así, el recuento de delegados y votos permitirá pronto a Obama ser declarado oficialmente candidato. Sin embargo, esta derrota vuelve a poner sobre el tapete las debilidades del candidato: su dificultad para convencer a los trabajadores blancos y conservadores.

Hasta el momento, Obama ha conseguido el apoyo de 26 superdelegados en la última semana. A ese ritmo, Obama podría alcanzar los 2.025 delegados necesarios para lograr la candidatura en tres semanas, cuando estarán ya incluidos los delegados de la última ronda de primarias.