Santa Cruz vota el "SÍ" a la autonomía
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Los habitantes de la provincia boliviana de Santa Cruz acudieron a votar para aprobar un estatuto de autonomía incompatible con la Constitución que quiere sacar adelante el Presidente Evo Morales. Mientras Morales sostiene que el referéndum ha fracasado, los primeros números indican que más del 80% de los votantes se ha inclinado por el "SÍ".
Aunque aún no hay datos definitivos, miles de cruceños han salido a las calles para celebrar su nuevo estatuto autonómico, a pesar de que el referéndum no tiene ningún valor legal para el Gobierno de Morales. Conocidas las primeras encuestas, el presidente se ha apresurado a convocar a los gobernadores para dialogar "desde mañana" sobre una "verdadera" autonomía, poco después de que las autoridades de Santa Cruz proclamaran el triunfo del 'sí' al estatuto.
Morales ha manifestado que la consulta "ha fracasado totalmente". Esto por los sondeos de varios medios que hablaban de un rechazo al estatuto autonómico cercano al 50%. "No se puede engañar al pueblo diciendo que hay un ganador con más de 80%", ha dicho. "Esta consulta ilegal e inconstitucional no ha tenido el éxito que algunas familias y grupos del estado de Santa Cruz esperaban": Según sus datos, un 40% de los ciudadanos con derecho a voto en la consulta no lo ha ejercido.
Durante la jornada de votación, simpatizantes del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales protagonizaron algunos incidentes e impidieron que se realizara la votación en las poblaciones de mayoría indígena. Desde la Paz se asegura que ha habido 18 heridos. En Santa Cruz se habla de seis. En cualquier caso, el 97% de las mesas electorales pudieron instalarse y la votación se ha llevado a cabo con normalidad aunque en medio de una guerra de declaraciones en todo el país.
Durante el transcurso de la mañana del domingo, Morales recibió el respaldo de las Fuerzas Armadas bolivianas, que considera que el referéndum pone en peligro "la seguridad y la defensa" del país. El comunicado tiene gran importancia porque durante la última semana se había filtrado la existencia de un creciente descontento en los cuarteles con Morales ante la creciente presencia y peso de los asesores militares procedentes de Venezuela. Antes de la declaración militar, Morales había reiterado sus denuncias contra la Embajada de EE UU en La Paz, a la que acusa de ser el cerebro en la sombra del referéndum para alentar el independentismo de la provincia más rica del país.
Dado que el Estado boliviano no reconoció la consulta, la policía no se hizo cargo de la seguridad en los colegios. Recibió la orden de permanecer acuartelada, efectuar las mínimas salidas posibles para evitar incidentes e intervenir rápidamente en caso de choques entre partidarios de la autonomía y de Morales. Fue así que decenas de simpatizantes del MAS se lanzaron contra un colegio donde se iban a instalar las urnas. A los insultos -"indios", por un lado; "vendepatrias", por el otro- siguieron los puñetazos, las pedradas y los forcejeos con la quema de papeletas. La policía intervino lanzando gases lacrimógenos.
Los dirigentes autonomistas no ocultaban su satisfacción por el éxito de una convocatoria que han llevado a cabo con la oposición del Estado. El empresario Branco Marincovic, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, organismo que está detrás del movimiento autonomista, se felicitó por el hecho de que los lugares donde no se había podido votar apenas alcanzaban el 3% del censo de la provincia.
En las ciudades de Cochabamba y Oruro se produjeron movilizaciones a favor de Morales. En El Alto, ciudad vecina a La Paz y que controla los accesos a la capital boliviana, miles de personas salieron a las calles.