Evidentes discrepancias

El pleno del pasado jueves sirvió para poner de manifiesto una vez más las discrepancias existentes en el seno del Equipo de Gobierno, especialmente en cuanto se refiere a las posiciones del concejal de Foro Verde - GYU, José Luis Barceló, quien desde hace meses se viene desmarcando en distintos temas respecto a la postura oficial del Ejecutivo que preside Carmen Toledano. Es cierto que hasta ahora han sido temas menores sin mayor trascendencia en la gestión, aunque no por ello deja de ser significativo que este veterano edil, que ya formó parte de otro cuatripartito en la legislatura 1999-2003, haya puesto sobre la mesa propuestas como la rebaja de sueldos de los miembros del Gobierno municipal o la necesidad de hacer otro tipo de recortes en vista de la precaria situación económica del Ayuntamiento. En su momento fue el último en apoyar la investidura de Toledano, con una incertidumbre que prácticamente se mantuvo hasta el final, y ahora parece estar tensando la cuerda, como ocurrió en esta sesión plenaria de la que hablamos, donde apoyó una moción del PP y el CDL en un asunto que no puede considerarse menor: el conflicto con la Policía Local. La propuesta lanzada por los populares -que finalmente no salió adelante ante la ausencia de una de las ediles de su grupo- pasaba por la creación de una comisión para aclarar lo ocurrido en cuanto al importante incremento de las multas de tráfico en las últimas semanas, un tema en el que se han sucedido las posturas enfrentadas. La iniciativa afectaba directamente a las áreas de Seguridad y Tráfico, gestionada por el PSOE, y Recursos Humanos, dependiente de un concejal de PdeVG, por lo que el hecho de que Barceló viene a sembrar aún más dudas sobre la estabilidad del actual Ejecutivo, que ya sufrió una primera crisis (solventada con cierta cintura y sobre todo mucho silencio) con la renuncia a sus delegaciones de la que era responsable de Hacienda.