Los migrantes españoles sin rostro en el cine español

El papel de los inmigrantes sin rostro en el cine español, el fenómeno de la inmigración atraca ahora en ciudades de Alemania con el protagonismo de personas que buscan un papel cinematográfico, también fue parte del proyecto que los cineastas hicieron. Jose Mateos Mariscal trabaja de voluntario para una ONG en la casa de la mujer maltratada de Wuppertal (Frauenhaus).

“Cuando me enteré de la madre (migrante) estaba impresionado por ese acto de resistencia inmigrate. El "peregrinar de esta Madre" de los cineastas junto a la gente que migraba a Alemania comenzó a pie en enero del 2019 en el serial "Un español en Alemania", y en dos meses y medio se escribieron treinta capítulos con las mismas adversidades que pasaban los migrantes españoles en la década de los sesenta”.

“Siempre fuimos y seremos parte de los emigrantes”, recuerda el director, El Mehdi Tahir, quien considera que no había otra forma de hacer un cortometraje de este tema teniendo privilegios y comodidades que los demás miembros de los emigrantes no tenían.

GRUPOS VULNERABLES Y MACHISMO

En "Emigrantes en Alemania", que actualmente queremos ser parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine en España, le dan una cara a esas imágenes que inundaron los medios de comunicación de ríos de gente entrando a Alemania y que dejaron sus hogares con una mochila a cuestas.

Fue en Wuppertal que el realizador Jose Mateos Mariscal conoció a una mujer víctima de violencia por parte de su esposo, que tomó la decisión de irse de su país España a Alemania con sus cuatro hijos.

Si el ser migrante hace que las personas sean parte de grupos vulnerables, el ser mujer y madre soltera, complica aún más los escenarios que tienen que enfrentar.

El Mehdi Tahir: "Yo crecí con mujeres y con una madre soltera, es verdad que esto viene mucho de ahí, pero también de ver la diferencia que existe entre ellas y un muchacho de 20 años que viaja solo con una mochila", asegura, marcado también en su vida por la migración cuando su madre migró desde Marruecos a España y luego Alemania.

Mantener juntos a cuatro hijos pequeños, hacerse cargo sola de ellos, educarlos y tener el temple para no mostrar su sufrimiento, son algunas escenas que enmarca el cortometraje centrado en la Madre soltera.

"Era importante mostrar una escena en donde ella está cambiando pañales a su hija y los hombres comienzan a gritar, 'ya vámonos'; vemos como ella no solo huye de la violencia machista, sino que esa confrontación la sigue para todos lados", asegura
El Mehdi Tahir. También fue parte del trayecto que los cineastas hicieron, trabajar de Voluntario en la casa de la mujer mal tratada de Wuppertal, un espacio que se dedica a ayudar a estos grupos vulnerables.

"Hay que entender a los inmigrantes como un acto de resistencia colectiva, estas hicieron que mucha gente, y sobre todo los más vulnerables como la comunidad LGBT, las mujeres, madres solteras o enfermos, tuvieran la oportunidad de hacerse visible en los cortometrajes", menciona El Mehdi Tahir.

No obstante, las medidas que está llevando a cabo el Gobierno español actual en torno a la migración han complicado no solamente el trayecto de quienes buscan migrar, sino que también han puesto en riesgo a aquellos que se solidarizan y los ayudan en el camino.

El cine de España debe dar voz

En unos mares en los que cada vez es más difícil llegar a puerto y en una Europa en la que los pantocazos de la política parecen ser más peligrosos que las propias tempestades, obras como "Un español en Alemania" —ganadora de varios premios-, sirven para poner rostro a mujeres, hombres y niños que dejan de ser números gracias al cine. El Mehdi Tahir, director del cortometraje “Emigrantes en Alemania”, y su cámara, desembarcan en Alemania para mostrarnos la realidad de un territorio que por su situación ha sido elegido por el destino como puente entre dos universos, dos civilizaciones que zozobran más que los propios trenes.

Este es el caso de El Madi Mehir, escritor y director de documentales cortometrajes, quien desde muy pequeño tuvo que sufrir también bandazos, en esta ocasión de la ignorancia y de la falta de humanidad, por tener un color de piel diferente, mezcla de marroquí de su familia biológica, y española su familia adoptiva. Una combinación que no supo ser apreciada por todos y que podemos descubrir en su cortometraje Racismo.

El Madi Mehir revela la escasa relevancia que el cine español otorga a esos “otros emigrantes invisibles”. Un hecho extraño, en una nación con más de cinco millones de habitantes de origen extracomunitario.

Para el joven director español y marroquí, el cine de España, “debe dar voz a quien lo mira, si no terminará inevitablemente por perecer. Hablamos aproximadamente de un 8% de la población que no tiene modelos en los que reconocerse. Empezando por el cine, siguiendo con la televisión, periódicos y revistas, para terminar con los libros de texto”.

Un fenómeno, el de “los otros emigrantes invisibles”, que desgraciadamente no es nuevo en el celuloide español, sino que se remonta a principios del siglo XX cuando ya era utilizado para propagar leyendas y tópicos coloniales.